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Tras las huellas de los hombres del agua: mi viaje a la Laguna de Sinamaica


Niños añú pescando en Laguna de Sinamaica, Zulia Venezuela
Niños añú pescando en Laguna de Sinamaica, Zulia Venezuela

Ubicada en el municipio Páez del estado Zulia, al norte de la Guajira venezolana, la Laguna de Sinamaica es uno de los cuerpos de agua más emblemáticos del país. Conectada al Golfo de Venezuela por caños naturales, esta laguna ha sido hogar ancestral de la etnia indígena Añú, también conocidos como los hombres del agua, por su estrecha relación con la vida lacustre. Se estima que unas 4.000 personas viven en comunidades palafíticas sobre y alrededor de la laguna, en condiciones que combinan lo ancestral con una fuerte lucha diaria por mantenerse firmes ante el olvido.

Entre los datos curiosos, destaca que Sinamaica fue uno de los primeros lugares habitados en el continente donde los europeos observaron viviendas construidas sobre el agua, lo que, según algunos historiadores, inspiró el nombre de "Venezuela" o "pequeña Venecia".


Hombre de etnia añú remando en Laguna de Sinamaica, alrededor de los palafitos tradicionales
Hombre de etnia añú remando en Laguna de Sinamaica, alrededor de los palafitos tradicionales

El viaje comenzó con lluvia. Mucha lluvia.


Salimos desde el Terminal de Maracaibo en un día que parecía querer impedirnos el paso. La tormenta tropical no solo marcaba el ambiente, sino que también complicaba el trayecto desde el primer minuto. Durante más de tres horas de camino, los charcos, los huecos en la carretera y la visibilidad casi nula se convirtieron en parte del reto para llegar a un lugar que, años atrás, fue uno de los destinos turísticos más representativos del Zulia: la Laguna de Sinamaica.


Así comenzó la travesía: lluvia, barro y ganas de llegar
Así comenzó la travesía: lluvia, barro y ganas de llegar

La carretera se convirtió en una odisea.


El viaje fue una mezcla de expectativa y tensión. Cada kilómetro recorrido parecía decirnos: "¿Seguro que quieren seguir adelante?" Pero sí, queríamos. Porque llegar hasta ese rincón de Venezuela, donde las casas flotantes (los palafitos) aún resisten el paso del tiempo, era parte de nuestra misión: mostrar esa otra cara del país, la que aún guarda historias, belleza natural y herencia cultural.


El camino no fue fácil, pero cada bache valió la pena
El camino no fue fácil, pero cada bache valió la pena

Llegar no fue fácil… pero valió la pena.


Cuando por fin divisamos la laguna, el mal tiempo ya no importaba. La atmósfera era mística, como si el lugar nos esperara, envuelto en nubes y silencio. La comunidad Añú, con sus palafitos sobre el agua, es un reflejo vivo de una tradición ancestral que lucha por mantenerse en pie, a pesar del abandono, la falta de infraestructura y el olvido turístico. A esta etnia indígena, también se le conoce como los hombres del agua, por su estrecha conexión con la laguna, el entorno acuático y su forma de vida flotante.


Puerto Cuervito, el lugar desde donde salimos a recorrer la laguna de Sinamaica


En la actualidad, no solo se ven los palafitos tradicionales construidos con madera y palma. También han comenzado a aparecer casas construidas con materiales modernos como el cemento, levantadas en tierra firme cerca de la orilla. Es una mezcla visual que refleja los tiempos cambiantes: la tradición convive con la adaptación a nuevas necesidades.


Casas actuales en Sinamaica hechas con mezcla de materiales
Casas actuales en Sinamaica hechas con mezcla de materiales

Un detalle interesante es la presencia de una pequeña iglesia local, pintoresca y sencilla, donde algunos habitantes acuden los domingos. Junto a ella, hay un módulo policial que presta vigilancia básica a la comunidad, aunque sus condiciones son bastante humildes.


Iglesia Católica, Laguna de Sinamaica


Interior De la Iglesia, Laguna de Sinamaica
Interior De la Iglesia, Laguna de Sinamaica

Módulo policial Laguna de Sinamaica


Y como no podía faltar en una comunidad lacustre, la pesca artesanal sigue siendo una de las principales actividades económicas. Los habitantes lanzan sus redes desde canoas de madera, buscando especies como la lisa, el bagre y otras variedades de peces que aún abundan en estas aguas.


Pesca artesanal laguna de Sinamaica



¿Qué pasó con Sinamaica?


En décadas pasadas, este era un sitio obligado para visitantes del Zulia y turistas extranjeros. Hoy, llegar hasta allí se siente como descubrir un tesoro escondido... pero también olvidado. Las condiciones son duras: escaso transporte, servicios básicos limitados y pocas opciones para el viajero. Y aun así, hay algo poderoso en la experiencia. Ver cómo vive la gente, cómo se mantienen firmes ante la adversidad, te cambia la perspectiva.


Habitantes construyen palafito con enea
Habitantes construyen palafito con enea

¿Lo volvería a hacer? Sin duda.


Este viaje fue más que una exploración. Fue un recordatorio de lo mucho que aún hay por contar sobre Venezuela, incluso en lugares que parecen haber quedado en el pasado. Con cada paso, cada gota de lluvia y cada historia que nos compartieron los lugareños, reafirmé por qué hago lo que hago: mostrar una Venezuela que no se rinde.


Recomendaciones si deseas visitar la Laguna de Sinamaica:


  • Lleva calzado resistente al agua: Hay barro, zonas encharcadas y muelles resbalosos.

  • Contrata un guía local: No solo te ayudará con la logística, sino que también enriquecerá tu visita con historias y contexto cultural.

  • Ve con tiempo y paciencia: El trayecto puede tomar más de lo previsto, sobre todo en temporada de lluvias.

  • Respeta las normas de la comunidad Añú: Estás entrando a un espacio con profundas raíces culturales.

  • No olvides tu cámara: Cada rincón es una postal viva de Venezuela.


Puedes ver el documental publicado en YouTube aquí 👇






 
 
 

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